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Destiny of Two Worlds/Capítulo 13: Revelaciones y Explicaciones

Resumen del capítulo anterior[]

Todos los compañeros de Helio han conocido por fin a la princesa Hilda, y sospechan que podría haber algo entre ellos dos. Mientras, ella les explica sobre la manera de acceder a la ubicación de Yuga. Además, se hicieron algunas revelaciones contundentes. Pero ahora, el grupo conformado por Helio, Javier, Rodriguez, Alme, Xavi, Josex, Brett y Aura comenzará su aventura en el reino de Lorule.

Frase memorable[]

- Nuestro viaje juntos apenas empieza...

Trama[]

Todos fueron teletransportados a la entrada del Castillo de Lorule.

- Uf, eso fue agotador. - dijo Javier.

- Pero si fuimos teletransportados... - dijo Josex.

- Creo que mejor dejamos los chistes sin sentido de Javier a un lado. - dijo Helio. - Tal parece que nuestra búsqueda ha comenzado...

- Exactamente. - dijo Xavi.

- Esperen... - dijo Alme, mientras aparecía un mensaje en su visor. - Mi escáner dice que aquí se encuentra la mitad de los bebés Maimai que nos faltan.

- Creo que deberíamos conseguirlos todos de una vez, ¿no creen? - propuso Rodriguez. - Así tendríamos más tiempo para seguir con el viaje.

- Mejor no perdamos el tiempo discutiendo. - interrumpió Brett. - A mí me parece mejor que vayamos a la mazmorra más cercana, la completemos rápido y listo. Y así con todas.

- ¡Yo lo apoyo! - dijo Aura, levantando la mano.

- Creo que mejor me pongo más serio. - dice el de la armadura morada. - Yo estoy de acuerdo con mi buen amigo Brett. Mientras más rápido completemos un calabozo, más pronto terminaremos... Y podré comer más Lacasitos.

- Yo también. - dice el protagonista, poniéndose de acuerdo. - ¡Vamos! Nuestro viaje juntos apenas empieza...

El grupo se puso en marcha. Avanzó por las llanuras del reino, eliminando a cualquier enemigo que se les atravesara y, de paso, encontrando a algún que otro bebe Maimai. Dado que estaba más cerca, el grupo fue a la contraparte Loruleana del Templo del Este, el Templo de las Sombras. Para entrar allí, tuvieron que atravesar un laberinto, aunque se ahorraron como media hora gracias al hechizo de Fuego de Aura, los Misiles de Alme y Javier y el Cetro de Fuego de Helio. Ya que la entrada estaba bloqueada, el joven héroe usó una Bomba para destruir el obstáculo. Sin perder tiempo, entraron. Haciendo referencia a su nombre, el interior estaba iluminado por antorchas y, en las paredes, se veían marcas que parecían la cara de alguna criatura.

- Oye, Alme... - dijo Helio.

- ¿Sí? - respondió Alme.

- ¿No podrías usar tu escáner para obtener el mapa de este lugar?

- De hecho... No había pensado en eso. Voy a intentarlo. - dijo la de la armadura naranja, escaneando el ambiente. - ¡Listo! Oh, mira. Sí se descargó.

- Conmigo es igual. - dijo Javier. - Tenemos el mapa descargado. Agradézcanos que seamos capaces de eso, porque sino estaríamos de aquí para allá.

- Además, así me ahorraré el pasearme como tarado por todo el calabozo. - añadió el protagonista.

Sin perder tiempo, todos avanzaron. Aunque había tres puertas, entraron por la de en medio, llegando a un abismo, necesitando de algo para llegar a la puerta del otro lado. Alme y Javier usaron su Rayo Enganche, un rayo con propiedades electromagnéticas, y se columpiaron sobre algunos candelabros del techo. El rayo de Alme, que era amarillo, venía en su cañón, mientras que el de Javier, de color azul claro, en un "guante" grisáceo que llevaba en su mano izquierda. Rodriguez usó un látigo muy largo para apoyarse en los mismos candelabros. Xavi utilizó la Zarpa, un objeto de funciones similares al Gancho de Helio, pero con tres "dientes" en vez de un garfio. Helio hizo uso de su Gancho. Y por último, Brett usó su propia Zarpa, y Aura usó un hechizo de Vuelo. Y al final, Josex hizo algo que provocó que todos se sorprendieran: cambió su apariencia de humano a la de un erizo de pelaje azulado, grandes ojos verdes, manos cubiertas con guantes blancos y zapatillas rojas. Luego de su transformación, Josex fue a la estancia anterior, corriendo muy rápido, comparado con Brett, y dio un gran salto convertido en una pequeña esfera azulada, que dejaba una estela del mismo color.

- Listo. Ya pasamos todos. - dijo Josex.

- ¿Y esa forma de erizo? - preguntó Helio, impactado.

- Es su transformación. - respondió Xavi. - Es su forma de erizo.

- Exactamente. - gesticuló el erizo. - Será mejor que sigamos avanzando.

Volviendo a seguir a los de armaduras, avanzaron a lo largo de la mazmorra con gran rapidez. Extrañamente, no había ningún enemigo, como si todos se hubieran desvanecido. Esto representaría una gran ventaja para el grupo, ya que les ahorraría mucho tiempo en peleas. En un determinado momento, llegaron a la planta 2 del lugar, atravesando algunas salas hasta llegar a una especie de "cruce", conectando tres puertas con la del jefe, que tenía la misma cara que se veía en las paredes. De acuerdo con los escáners de los amigos de Helio, el jefe sí estaba presente. Lo que faltaría sería encontrar la llave que daba acceso a su morada.

- Muy bien... - dijo Helio. - Como hay dos salidas, creo que deberíamos separarnos.

- Concuerdo con mi amigo. - dijo Xavi.

El grupo se dividió en dos: la primera, conformada por Helio, Alme, Aura y Josex; y la segunda, con Xavi, Javier, Brett y Rodriguez. Como pasó todo al mismo tiempo, primero iremos con la división 1. Tras cruzar por la puerta de la izquierda, tuvieron que avanzar por varios pasillos largos e iluminando su camino con algunas antorchas, ya que el lugar estaba bastante oscuro. En cierta estancia grande, las puertas se cerraron, y aparecieron tres 4 Stalfos, uno para cada quien. Helio se encargó de uno de ellos con la Espada Maestra y el Bumerán; Alme usó Misiles para eliminar a otro; Aura un hechizo de Electricidad contra otro; y Josex sacó su espada, Excalibur, y cortó al último de un espadazo. Con todos eliminados, las puertas se abrieron.

- ¡Guau, Josex! ¡Esa espada sí que es poderosa! - exclamó Helio asombrado.

- Sí. Ya sé. Mi Excalibur es poderosa. - contestó el erizo.

- Mejor nos impresionamos después. Sigamos. - propuso Aura.

Si querían terminar rápido, no debían perder tiempo, así que prosiguieron. En la sala posterior, tuvieron que ascender por una escalera y, en la parte de arriba, entraron a una sala en la que caían pinchos del suelo.

- Tendremos que ser rápidos para llegar al otro lado. - dedujo Alme.

- A la cuenta de tres. - dijo Helio, mientras preparaba sus Botas de Pegaso. - 1... 2... ¡3!

Helio usó sus Botas de Pegaso; Alme su Aceleración; Aura su hechizo de Velocidad y Josex sus zapatillas de erizo. Todos lograron atravesar el pasillo rápidamente, evitando los pinchos. Tras cruzar tres estancias más, dieron con un cofre que contenía una mitad de la llave requerida para acceder al jefe del calabozo. Encontraron una media esfera de color azul con bordes y marcas amarillas.

- ¡Perfecto! ¡Ya conseguimos una mitad! Será mejor que regresemos a la estancia principal. - dijo Helio.

Ahora vayamos con la división 2. Tras separarse de los otros y cruzar la puerta derecha, el grupo encontró otro abismo, así que cada quien usó sus propios métodos para cruzarlo. Tras cruzarlo, en la estancia siguiente tuvieron que mover estatuas para colocarlas sobre interruptores para poder avanzar. A continuación, en la sala siguiente, había una pared agrietada al final del pasillo, así que Javier usó un Misil para abrir paso.

- Antes de continuar, mis shoshos... - dijo Javier. - Mi Radar no detecta ninguna presencia enemiga, salvo algunas pocas, y más principalmente la del jefe.

- Entonces, prosigamos. - dijo Xavi.

Luego de atravesar como 8 salas con acertijos, encontraron un cofre con la mitad que faltaba.

- Bueno, creo que será mejor que regresemos a donde antes, a esperar a los otros. - dijo Rodriguez.

Unos minutos después, todos se reunieron.

- Veo que encontraron la mitad de la llave... - dijo Helio.

- Será mejor que las juntemos. Así podremos enfrentar al jefe de este lugar. - dijo Brett.

Aura y Xavi introdujeron las mitades en la cerradura, encajándolas y abriendo la puerta. Al entrar, toda la sala estaba a oscuras. Aún así, Helio alcanzó a distinguir dos antorchas apagadas en esquinas opuestas. Para no caminar hasta ellas, usó el Cetro de Fuego. Al hacerlo, la habitación se iluminó junto con los ojos de una máscara metálica de la pared norte, haciendo que cayera el jefe: el Rey Gemesaur, un enorme Yelmosaurio con una cubierta de gemas sobre su cuerpo y su máscara que dan la impresión de estar cubierto de púas. Dado que cayó en el centro de la sala, Alme y Javier lo escanearon para obtener información suya. En cuanto los vio, el monstruo se abalanzó contra el grupo, quienes se hicieron a un lado, menos Helio, que se convirtió en pintura para fusionarse con la pared y evitar daños. Tras la embestida, el protagonista se hizo a un lado y salió de la pared.

- ¿Qué tenemos que hacer? - preguntó Helio.

- Mi Visor de Escaneo indica que su máscara es débil ante impactos explosivos. Al destruirla, eliminaremos su coraza de joyas y revelaremos su punto débil. - dijo Alme.

- Entonces... ¡Ataquen! - gritó Xavi.

Todos los portadores de explosivos los usaron contra el Rey Gemesaur. Los proyectiles que no daban en su máscara rompían parte de su coraza, convirtiendo esos pedazos en rupias. Brett, aprovechando su velocidad, recogía las rupias cada que podía. Tras un buen rato usando Bombas y Misiles, Javier disparó un Súper Misil, un Misil más potente, destruyendo la máscara y, por consecuente, la cubierta de gemas del Rey Gemasaur. Esto reveló su punto débil: una gema roja ubicada en su frente.

- ¡Ahora, ataquen a su gema! - volvió a gritar Xavi.

Todos atacaban, ya sea con proyectiles o ataques directos, a la gema de la criatura que, molesta, desató una onda de sonido que apagó las luces de la sala. Aura usó su hechizo de Fuego para encenderlas nuevamente y detener el frenesí del jefe. Este, después, empezó a disparar diamantes de su cola, haciendo que todos se cubran mientras disparan. Helio tuvo una idea: mientras se acercaba al Rey Gemesaur a la vez que esquivaba sus ataques, lo rodeó, se apoyó y dio un salto de pared, cayendo justo sobre la joya roja del monstruo. Afortunadamente, cayó clavando su espada en la gema, matando a la criatura. La muerte del ser hizo que la gran máscara metálica de la pared superior se rompiera, dando acceso a una de las joyas requeridas para ir al reino de Yuga, una verde.

- Una... Esmeralda del Caos. - dijo Josex.

- ¿Acaso las...? - preguntó Helio, siendo interrumpido.

- Son tan importantes como la fuerza vital. De alguna manera, Yuga las encontró y usó con tal de crear su propio reino. Será mejor que las recuperemos cuanto antes. - dijo Xavi.

En eso, la Esmeralda del Caos verde los teletransportó a todos al exterior de la mazmorra.

- Y... ¿Qué hacemos ahora? - preguntó Josex.

- Vayamos al calabozo más cercano. - dijo Xavi.

- Pero el sol ya se va a poner... - se quejó Aura.

- Pues lo haremos rápido. - respondió Helio, echando a correr al calabozo que estuviese más cerca.

Todos lo siguieron. Cruzando el campo de dunas y correr un poco hacia el sur, vieron que el joven héroe se echó al agua. No tenía ningún problema, debido a las Aletas de Zora. Para seguirlo, cada quien usó lo que pudiera utilizar. Tras nadar algo, llegaron a una isla en medio de la contraparte Loruleana del Lago Hylia. No podían entrar a la mazmorra debido a que había una tortuga gigante bloqueando la entrada.

- Ohh... Disculpen, jóvenes, ¿pero no han visto a mis bebés? - preguntó la tortuga gigante.

- Emm... No. - respondió Helio.

- Si los encuentran, los dejaré pasar. - volvió a decir el reptil de gran tamaño.

- Actualizando función de rastreo del Visor de Combate. - dijo Alme. - Puedo detectar pequeñas tortugas cerca.

- Yo las encuentro. - se ofreció Xavi.

- Entonces sígueme, shoshito. - dijo Javier.

Siguiéndolo, encontró al pequeño grupo de 8 tortugas en unos minutos.

- Muchas gracias. - agradeció la madre tortuga. - Ahora les daré el paso a la Isla de la Tortuga. Tengan cuidado con la lava.

La madre tortuga se hizo a un lado, y echó una siesta junto a sus crías. El grupo, tras observar la escena por unos segundos, entró. Allí, estaban en una reja metálica como piso frente a un lago de lava.

- Ahora ya veo a qué se refería con lo de la lava... - susurró Brett.

- ¡Miren! - exclamó Josex, apuntando al frente. - ¡La puerta del jefe está justo en esta estancia!

- Pero necesitamos la llave, y hay 4 salidas. - dijo Rodriguez.

- Tengo una idea. - dijo Aura. - Iremos en grupos de 2 a cada una de las salidas. Y por lo que puedo ver, la llave de esta puerta está dividida en partes, como en el Templo de las Sombras. Entonces, cada dúo irá a por una pieza de la llave.

Todos estuvieron de acuerdo. Los dúos fueron los siguientes: Helio-Rodriguez, Alme-Javier, Brett-Aura y Xavi-Josex. Tras desearse suerte, se dirigieron hacia sus respectivas puertas. Primero vayamos con Helio y Rodriguez. Tras cruzar la puerta de la izquierda, atravesaron la lava saltando entre las rocas grandes que flotaban y creando algunas plataformas temporales con el Cetro de Hielo. Aquí, a diferencia del Templo de las Sombras, sí había enemigos, siendo en este caso Keeses de Fuego, Keeses envueltos en llamas. Tras pasar esa zona, cruzaron un pasillo con forma de "L", llegando a una especie de laberinto que atravesaron fácilmente. Para avanzar, golpearon dos interruptores de cristal con un ataque sincronizado. Esto abrió la puerta norte. Al cruzar, vieron un puente de piedra y otro de madera, ambos suspendidos sobre lava. Al final de ambos había una palanca. El dúo comprendió que jalar las dos palancas abriría la salida, así que Helio fue por el puente de piedra usando las Botas de Pegaso, mientras que Rodriguez por el de madera, teniendo cuidado de no moverse demasiado. Al jalar las palancas, la puerta se abrió, pero los puentes se empezaron a caer, así que el protagonista utilizó el Gancho para engancharse en una pared de madera, mientras que su compañero hizo uso de su látigo para columpiarse sobre un candelabro, que también cayó. Cruzaron la puerta y encontraron un cofre que contenía un triángulo rojo de cuatro necesarios.

- Ahora, regresemos adonde antes. - dijo Helio.

- ¿Pero cómo? - preguntó Rodriguez.

- Pues por ese pasadizo que acabo de ver. - respondió el protagonista, señalando una puerta ubicada a un lado.

- Ah, claro... - exclamó el de ropajes amarillos.

Ahora vayamos con el equipo 2, o sea, Alme y Javier. Ellos fueron por la puerta al noroeste. No tenían problemas en pasar gracias a su Rayo de Hielo y habilidad para cargarlo. También derribaban estalactitas del techo con Misiles para traspasar. De vez en cuando eran atacados por Bubbles de Fuego, calaveras voladoras rodeadas de fuego. Así atravesaron 5 lagunas de lava. En la sala posterior a las mismas, había una puerta con 5 sellos que debían ser destruidos para abrirla y acceder al cofre. Para eso, Alme disparó 5 Misiles simultáneamente, habilidad conocida como "Misil Múltiple", para romper los sellos, lográndolo con éxito. Así, el dúo con armaduras obtuvo otra parte de la llave.

- Bueno, ahora volvamos. - dijo Alme, decidida.

- Oh, mira. ¡Mariposas! - exclamó Javier contento, observando algunas mariposas naranjas revoloteando. - Qué bonitas...

- Ay, Javier... - dijo la de la armadura naranja, realizando un "facepalm". Después, observa algunos salientes en el techo. - ¡Mira, Javi! ¡Podemos regresar enganchándonos en esas salientes magnetizadas!

Así, los dos usaron su Rayo Enganche para ir columpiándose de saliente en saliente. Ahora, pasemos con Brett y Aura. El conjunto del antihéroe y la médium avanzaba perfectamente, combinando la velocidad del primero con las habilidades mágicas de la segunda. Eso les permitió avanzar más rápido que los otros dúos. Para avanzar, Brett usaba su Zarpa para engancharse en los objetivos para la misma, mientras que Aura utilizaba su hechizo de Vuelo. De hecho, ellos no tuvieron ningún problema en conseguir su parte de la llave.

- Vaya... Eso fue... Fácil... Muy fácil... - dijo Brett, algo dudoso.

- No importa, Brettcy. - dijo Aura, enamorada. - Mientras menos problemas haya, será mejor.

Justo cuando se disponían a abandonar la sala, la entrada se cerró.

- Ya se me hacía muy fácil... - dijo el antihéroe, volteando. ¡Cuidado con esos lagartos!

Eran 2 Lizalfos, lagartos que podían escupir fuego y caminar en dos patas. El de túnica marrón eliminó a uno con su Espada Sagrada, mientras que su compañera usó su hechizo de Hielo para congelar al que restaba y, posteriormente, destruirlo en pedacitos. Con los enemigos eliminados, la médium sujetó al antihéroe y empleó su hechizo de Teletransporte para regresar a la sala principal. Por último, faltaban Xavi y Josex. Lo único destacable es que obtuvieron su pieza sin dificultades y sin enfrentarse a nada. Así, todos se reencontraron en la sala principal y abrieron la puerta con las 4 piezas, formando un rombo rojo en la cerradura de la misma y abriéndola. La arena de combate consta de una plataforma de malla metálica con cinco hoyos cuadrados sobre un gran lago de lava. Allí encontraron al jefe: Grinexx, una gigantesca tortuga con caparazón de piedra, un largo cuello y piel rocosa.

- Alme... - dijo Helio.

- Escaneando... - dijo Alme. Tras algunos segundos... - ¡Listo! ¡Jefe escaneado!

- ¿Y qué tenemos qué hacer? - preguntó Josex.

- Primero tenemos que dañarlo usando proyectiles de hielo cuando pase por los hoyos del suelo.

- En ese caso, ¡al ataque! - gritó Xavi.

Cuando Grinexx pasó por un hoyo, todos hicieron uso de sus armas congelantes para dañarlo. Lo hicieron mientras esquivaban sus ataques de lava y las erupciones naturales que se daban de vez en cuando. Tras 5 impactos, Grinexx salió de la lava y aterrizó en el medio de la arena, mientras los hoyos en la malla se cerraban.

- ¿Y ahora qué? - preguntó Rodriguez.

- Ahora tenemos que atacar su cabeza. - contestó Alme, configurando su cañón para lanzar Misiles. - Y sigan cuidándose de sus cabezazos y demás.

El grupo atacaba a la cabeza de Grinexx, a la vez que evitaban sus mordidas. Mientras más débil se encontraba, más rápido se movía. Sus otros ataques consistían en esconderse en su cpaarazón y rodar por la sala, cosa que algunos esquivaban saltando, mientras que los que tenían escudo lo usaban para cubrirse; y el más peligroso pero predecible: una gran explosión que puede producir mucho daño. Al final, el monstruo cayó rendido frente a los ataques combinados del grupo. Se levantó un muro con otra Esmeralda del Caos, siendo en este caso de color morado. Tras cogerla, todos fueron teletransportados al exterior.

- Listo. Ya tenemos 2 de 7. - dijo Helio, animado.

- Ya está anocheciendo. Creo que deberíamos regresar a Hyrule para descansar... Y, de paso, devolverle a la madre Maimai los bebés que hemos recogido. - propuso Alme.

- Estoy de acuerdo. Vamos. - dijo Xavi.

Todos fueron a la fisura más cercana y, con ayuda de Helio y su brazalete, regresaron a Hyrule, donde fueron a sus casas para dormir, ya que allá ya era de noche, muy de noche. La mayoría fue a Kakariko, mientras que el protagonista se dirigió a su casa, donde fue recibido por Ravio.

- Bienvenido de vuelta, Helio. - saludó Ravio, abrazándolo. - Hace mucho que no nos vemos.

- Hola, Ravio. - respondió Helio, algo agotado. - Me encantaría charlar contigo, pero estoy exhausto y necesito dormir.

- De acuerdo. No hay problema. Mañana me lo cuentas todo. - dijo el enmascarado.

Sin más, el portador de la Espada Maestra puso su arma y escudo a un lado de la cama y se durmió. Estaba cansado. Después de todo, había atravesado 2 mazmorras enteras... Necesitaba descansar...

CONTINUARÁ...


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Destiny of Two Worlds/Capítulo 15: La Búsqueda. Parte 2

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