Cuando Sergio y Sherlyn llegaron al acceso a las Montañas Nevadas...
Sergio: Brrrr, qué frío hace aquí.
Sherlyn: No en vano esta región se llama Montañas ``Nevadas´´.
Sergio: Encontremos ese templo antes de que me congele.
Sergio y Sherlyn avanzaron y se encontraron con dos bolas de nieve grandes cortándoles el paso.
Sherlyn: Vaya, no podemos avanzar.
Sergio: Voy a probar a destruirlas con las bombas.
Sergio puso una bomba, apretó el botón, ésta explotó y destruyó las bolas de nieve.
Sergio: Ya podemos seguir.
Sergio siguió avanzando. Tuvo que quitar otro par de bolas de nieve con una bomba, pero logró llegar al Pueblo de la Montaña.
Sergio: ¿Qué sitio es este?
Sherlyn: Es el Pueblo de la Montaña. He oído que sólo vive un ermitaño, aunque es un rumor.
Sergio: Pero estando esa casa en medio de la nada, tendría sentido.
Sherlyn: En eso te doy la razón.
Sergio y Sherlyn avazaron y de pronto vieron a un Goron congelado.
Sergio: ¿Qué es eso?
Sherlyn: Es un Goron, pero al parecer está congelado.
Sergio: ¿Y cómo podemos descongelarlo? Aquí no parece haber fuego.
Sherlyn: Según tengo entendido más adelante girando a la derecha hay un manantial con agua caliente.
Sergio: Pues vamos allá.
Sergio y Sherlyn giraron a la derecha y llegaron a una zona donde había una ventisca bastante fuerte.
Sergio: ¿Una ventisca? ¿Seguro que es por aquí?
Sherlyn: Si, pero no recuerdo que hubiera una ventisca en este sitio.
Sergio: No habrá más remedio que avanzar.
Sherlyn: ¿Estás seguro? Esa ventisca es demasiado fuerte, podrías desmayarte.
Sergio: No puedo dejar morir a ese Goron. A lo mejor él sabe dónde está el templo de esta zona.
Sherlyn se quedó mirando fijamente a Sergio.
Sherlyn: Está bien, vamos allá.
Sergio y Sherlyn intentaron avanzar a través de la ventisca, pero era demasiado fuerte y no podían. De hecho, ambos estaban a punto de desmayarse.
Sergio: No puedo avanzar más... esta ventisca es demasiado fuerte...
Sherlyn: Sabía que era una locura... lo sabía...
Sergio y Sherlyn no podían más y se desmayaron. Cuando despertaron estaban dentro de una casa al lado de una chimenea.
Sergio: ¿Dónde... dónde estamos?
Sherlyn: No lo sé.
???: Menos mal que habéis despertado, me teníais preocupado.
Sergio: ¿Quién es usted?
???: Soy un ermitaño que vive en esta zona. Llevo años explorándola.
Sherlyn: Asi que era cierto que había un ermitaño viviendo aquí...
Sergio: Muchas gracias por salvarnos la vida, señor. De no ser por usted tal vez hubiéramos muerto.
Ermitaño: No hay de qué. Decidme, ¿para qué queríais atravesar esa ventisca?
Sergio: Queríamos encontrar agua de manatial caliente para descongelar a un Goron que hay fuera.
Ermitaño: Tal y como estáis es imposible que la atraveséis. De hecho, sólo los Goron pueden atravesarla.
Sherlyn: ¿Y cómo la atravesó usted para llegar hasta nosotros?
Ermitaño: A diferencia de vosotros yo voy bien abrigado. No sé cómo se os ocurrió semejante locura.
FLASHBACK
Ermitaño: Vaya, menuda ventisca más fuerte.
El ermitaño avanzó y vio algo a lo lejos.
Ermitaño: ¿Qué es eso?
El ermitaño se acercó y descubrió que eran un niño y un hada.
Ermitaño: ¿Pero cómo habrán llegado hasta aquí?
El ermitaño cargó al chico y al hada en su espalda y los llevó a su casa.
FIN DEL FLASHBACK
Sergio: ¿Y cómo íbamos a saber que había una ventisca?
Ermitaño: Os pido disculpas, pensándolo bien es lógico que al acabar de llegar no lo supiérais. De todos modos, no suele haber ventiscas en esa zona.
Sherlyn: ¿Y por qué hay una?
Ermitaño: Todo esto es culpa de Articuno.
Sergio: ¿Articuno?
Ermitaño: Si. Es un pájaro de hielo que vive en el Templo de las Montañas Nevadas desde hace poco. Desde que él llegó, el mal tiempo se ha apoderado de este lugar.
Sergio: Pues habrá que ir al templo y vencerle.
Ermitaño: Tal y como estás es imposible que lo logres. Si no pudiste atravesar una ventisca, ¿cómo vas a derrotar a Articuno?
Sherlyn: Este chico es más fuerte de lo que usted cree. No va a arrugarse sólo porque se lo diga.
Sergio: Si alguien no vence a ese pájaro toda esta región se cubrirá de nieve y hielo y no quedará nadie vivo. No puedo permitir eso.
Ermitaño: Je je, está claro que vas a ir a por Articuno diga lo que diga. Está bien, en tal caso abre ese cofre.
Sergio abrió el cofre que tenía al lado. Dentro había una gema roja.
Ermitaño: Es mi amuleto de la suerte. Lo encontré en una de mis exploraciones. Quédatelo, te lo regalo.
Sergio: Gracias, hasta la próxima.
Ermitaño: Mucha suerte chaval, hasta otra.
Sergio salió de la casa del ermitaño y se quedó mirando la gema.
Continuará...