Sergio y Sherlyn fueron al Lavadero.
Sherlyn: Esa debe de ser la casa.
Sergio: Vamos a llamar a ver.
Sherlyn: Espera, déjame tocar la campana.
Sherlyn tocó la campana, pero no abrió nadie.
Sherlyn: Nada, no nos abre.
Sergio: Vamos a intentarlo otra vez.
Sherlyn: Está bien.
Sherlyn volvió a tocar la campana, pero no abrió nadie.
Sherlyn: Oye, ¿y si a lo mejor esa chica está...?
Sergio: No, no lo creo. ¿Cómo podríamos entrar?
Sherlyn: No lo sé.
De repente Sergio miró al río y vio una llave.
Sergio: Sherlyn, mira eso.
Sherlyn: ¿Qué hace una llave en el río?
Sergio: Ni idea, pero voy a cogerla.
Sherlyn: ¿Crees que con ella podremos entrar en la casa?
Sergio: Es probable.
Sergio bajó al río, cogió la llave y fue a la puerta de la casa.
Sergio: Vamos a ver si sirve.
Sergio metió la llave en la cerradura, la giró y abrió la puerta.
Sergio: ¿Esta llave es de aquí? Qué raro...
Sergio y Sherlyn entraron a la casa y Sergio cerró la puerta.
Sergio: ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Sergio y Sherlyn avanzaron y se encontraron con una Sombra.
Sherlyn: ¡Mira, una Sombra!
Sergio se quedó mirando a la Sombra sin hacer nada.
Sherlyn: ¿Por qué no atacas? Es un enemigo, tenemos que derrotarlo.
Sergio: No es como las otras, si quisiera atacarnos ya lo habría hecho.
Sherlyn: Mmmm, en eso tienes razón. ¿Por qué no nos ha atacado?
???: Porque no soy enemiga.
Sherlyn: ¡Pero si habla y todo!
???: Veréis, en realidad no soy un enemigo, lo que pasa es que tengo este aspecto por culpa de un hechizo.
Sergio: ¿Un hechizo?
???: Si. Yo era una ciudadana normal, como otra cualquiera, hasta que fui hechizada por un encapuchado de marrón con un hada gris.
Sergio: ¿Un encapuchado con un hada gris?
???: Así es. Un día volvía a casa después de visitar a una amiga y me lo encontré dentro. Intenté huir, pero finalmente el hechizo me alcanzó y me quedé así.
Sherlyn: Discúlpanos un momemto.
Sergio y Sherlyn se giraron y hablaron entre ellos.
Sherlyn: ¿Crees que ha podido ser él?
Sergio: Tiene toda la pinta, desde luego.
???: ¿Qué pasa? ¿Le conocéis?
Sergio: Más bien es que tenemos una ligera idea de quién ha podido hacerlo, pero no estamos del todo seguros. Por cierto, ¿cómo te llamas?
???: Perdona, qué maleducada soy. Me llamo Sisley, encantada de conocerte.
Sergio: Igualmente, nosotros somos Sergio y Sherlyn.
Sherlyn: ¿Por qué estaba la llave de la casa tirada en el río?
Sisley: La cogió el encapuchado y la tiró, pero la verdad es que no sé para qué.
Sergio: No te preocupes, Sisley. No sé cómo, pero lograré anular ese hechizo.
Sisley: ¿De verdad? ¿Harías eso por mí?
Sergio: Pues claro que sí :)
Sherlyn: De hecho, una amiga mía fue hechizada y nos hemos embarcado en una aventura para salvarla. Es todo lo que te puedo contar.
Sisley: Muchas gracias. Y por favor, no le digáis a nadie nada de esto. No quiero que lo sepa nadie.
Sergio: Tranquila, te guardaremos el secreto.
Sisley: Gracias, hasta otra. Quédate la llave.
Sergio: Hasta otra.
Sergio y Sherlyn salieron de la casa y cerraron la puerta.
Sherlyn: Se me ha ocurrido algo. ¿Y si a lo mejor él tiró la llave a propósito?
Sergio: ¿Y por qué crees que lo haría?
Sherlyn: No sé, es como si quisiera que le pilláramos.
Sergio: En tal caso tendremos que estar alerta.
Sherlyn: Bueno, ¿y qué vamos a hacer ahora?
Sergio: Voy a irme fuera a practicar el Ataque Circular para reforzarlo.
Sherlyn: Buena idea.
Sergio y Sherlyn salieron del Lavadero y éste estuvo practicando el Ataque Circular hasta la tarde. Entonces Sergio compró una Poción Roja y después ganó 100 rupias haciendo trabajos. Cuando llegó la noche ambos estaban en su habitación de la posada.
Sergio: ¿Sherlyn, estás bien?
Sherlyn: No puedo quitarme de la cabeza lo de Sisley. ¿Realmente crees que podremos anular su hechizo?
Sergio: Por supuesto, algún modo habrá. Tú no te angusties.
Sherlyn (en voz baja): Cambiando de tema, ¿cómo vamos a afrontar la siguiente zona? El Dios de las Montañas dijo que los enemigos eran más fuertes que los que hemos visto hasta ahora.
Sergio (en voz baja): La verdad es que he notado una cierta mejoría en el Ataque Circular, pero no sé si será suficiente.
Sherlyn (en voz baja): Es cierto, pero tú no eres ni de lejos el chico que conocí por casualidad en el Camino Lácteo. Has mejorado bastante.
Sergio (en voz baja): ¿Tú crees?
Sherlyn (en voz baja): Por supuesto. Todavía te falta, pero has progresado bastante como guerrero.
Sergio: Eso también es verdad. Voy a dormir, a ver si mañana lo veo todo más claro. Buenas noches.
Sherlyn: Buenas noches. Y gracias por enseñarme la ciudad.
Sergio: No hay de qué.
Al día siguiente...
Continuará...