Toto se fue y Sergio y Sherlyn se quedaron mirando la gema.
Sherlyn: ¿Estás pensando lo mismo que yo?
Sergio: Si.
Sergio cerró la mano y apretó el puño. Entonces salió un resplandor y se convirtió en un Zora.
Sherlyn: Ahora eres un Zora. Podrás nadar como ellos, respirar bajo el agua, usar un escudo eléctrico cuando estés en ella y usar tus aletas como boomerangs. Procura que no te alcancen ataques de fuego y de hielo, los Zora son débiles ante ellos.
Sergio: Bueno, ahora busquemos el Salón Zora.
Sherlyn: ¿Y esa especie de isla que hay ahí?
Sergio: Vamos a verla.
Sergio fue nadando hasta la parte trasera de la isla extraña, entró en su interior y volvió a la normalidad.
Sergio: ¿Esto es el Salón Zora?
Zora: Exacto. ¿Qué te trae por aquí, chico?
Sergio: He oído que aquí hay un Zora que tiene Polvo de Oro. ¿Sabe dónde está?
Zora: Has venido a por el Polvo de Oro para forjar una espada nueva, ¿verdad? No te preocupes, yo te acompaño. Sígueme.
El Zora llevó a Sergio por el Salón Zora, giró a la derecha y se paró en una puerta.
Zora: Aquí es.
Sergio: Muchas gracias, hasta luego.
Sergio entró y vio a un Zora tras un mostrador.
Zora: ¿Quién eres tú?
Sergio: Me llamo Sergio. He venido a por Polvo de Oro para forjar una nueva espada. ¿Tiene?
Zora: Por supuesto, pero no te lo daré tan fácilmente. Antes tendrás que pasar una prueba.
Sergio: ¿Una prueba?
Zora: Así es. Hay cinco rupias plateadas esparcidas por toda la Costa del Cabo Zora. Tráemelas y te daré el Polvo de Oro.
Sergio: De acuerdo.
Sergio y Sherlyn salieron del Salón Zora. En el exterior...
Sergio: ¿Por dónde empezamos?
Sherlyn: Empecemos mirando debajo del agua.
Sergio se transformó en Zora, se tiró al agua y cuando iba nadando hacia la orilla vio una rupia plateada.
Sherlyn: ¡Mira, una rupia plateada!
Sergio se detuvo, cogió la rupia y siguió nadando hacia la orilla.
Sergio (pensando): ¿Dónde podrían estar las otras cuatro?
Sergio siguió hacia delante hasta llegar a la Cascada de los Rápidos de la Catarata.
Sergio: Mira, está ahí abajo.
Sherlyn: Pues cógela.
Sergio bajó hasta el fondo de la cascada, cogió la rupia y salió a la superficie.
Sergio: Vamos a por las demás.
Sergio y Sherlyn buscaron las rupias por toda la zona del Cabo Zora y encontraron una. Sergio buscó por todo el agua de la zona y encontró otra. Buscaron la última por toda la zona pero no la encontraron. Entonces ambos fueron al Salón Zora y Sergio volvió a la normalidad.
Sergio: ¿Pero dónde podría estar?
Sherlyn miró el agua que rodeaba el escenario de ensayo de ``Los Indigo-Go's´´ y vio la rupia.
Sherlyn: Mira, está ahí.
Sergio bajó al agua, cogió la rupia y volvió a la superficie.
Sergio: Pues ya está, ya las tenemos todas. Vamos a llevárselas a ese Zora.
Sergio entró en la sala donde estaba el Zora que tenía el Polvo de Oro.
Zora: Hola chico. ¿Has conseguido las rupias?
Sergio: Por supuesto, aquí tiene.
Sergio le dejó las rupias en la mesa y el Zora cogió el Polvo de Oro debajo del mostrador.
Zora: Bien hecho, toma el Polvo de Oro.
Sergio: Gracias, hasta otra.
Sergio salió del Salón Zora y se dirigió a la herrería.
Herrero: Hola otra vez. ¿Tiene el Polvo de Oro?
Sergio (sacando el polvo): Por supuesto, tome.
Herrero: Deme también su espada.
Sergio entregó la espada y la funda al herrero.
Herrero: La espada de mi último cliente era igual que la suya, pero con colores más oscuros.
Sergio: No me diga...
Herrero: Pase por aquí esta tarde, para entonces la tendré lista.
Sergio: Vale, hasta luego.
Sergio y Sherlyn se fueron y el herrero empezó a trabajar en la espada.
Sergio: ¿Y ahora qué hacemos?
Sherlyn: Vamos al Salón Zora, igual obtenemos alguna pista sobre qué tenemos que hacer.
Sergio: Buena idea.
Sergio se transformó en Zora y él y Sherlyn fueron al Salón Zora. Allí...
Zora: Todas las noches igual. ¿Cuándo acabará esto?
Sergio: ¿Sucede algo?
Zora: Si. Últimamante por la noche aparecen piratas en la Costa del Océano Zora. Nadie es capaz de hacerles daño.
Sergio: ¿Y eso?
Zora: No lo sé.
Sergio: Bueno, gracias por la información. Hasta luego.
Ese mismo día, por la tarde...
Continuará...