Wiki The Legend of Zelda Fanon
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TLoS Cap.23

Ese mismo día, por la tarde...

Herrero: Tome, su nueva espada ya está terminada.

Sergio: Gracias.

Herrero: Son 50 rupias, por favor.

Sergio le dio una rupia púrpura al herrero.

Herrero: Gracias.

Sergio: A usted, adiós.

Sergio puso la espada en su espalda y salió de la herrería.

Sergio: Esta espada mola más que antes.

Sherlyn: Ya te digo.

De repente apareció un Cangrejo Martillo.

Sergio: Mira que buena ocasión para estrenarla.

El Cangrejo Martillo intentó atacar a Sergio con su pinza izquierda, pero éste le esquivó y le dio un espadazo. Acto seguido el cangrejo intentó dar un cabezazo a Sergio, pero lo esquivó y le dio otro espadazo. Después le dio otro y le derrotó.

Sergio: Me ha costado menos derrotarle. Ese herrero ha hecho un buen trabajo con mi espada.

Por la noche...

Sergio y Sherlyn estaban paseando por la costa del Océano Zora.

Sergio: Según aquel Zora, los piratas aparecían en esta zona, ¿no?

Sherlyn: En efecto.

De repente apareció un pirata con gorro rojo, barba y un puñal.

???: ¿Me estábais buscando?

Sergio: ¿Pero quién...?

Sherlyn: ¡Un pirata!

Pirata: ¿Qué hacéis vosotros en este sitio? ¡Largaos de aquí!

Sergio: Este no es tu océano, es el de los Zora.

Sergio atacó al pirata, pero no le hizo daño. De hecho, el pirata le hizo daño en la pierna izquierda con su puñal.

Sergio: ¿Qué pasa aquí? Mis ataques no le afectan.

Piratas: ¿Y qué esperabas, chaval?

Unas nubes que cubrían la luna se disiparon y el pirata se convirtió en un esqueleto.

Sherlyn: ¡Qué grima da, por favor!

Sergio: Espera un momento.

Sergio dio tres espadazos al pirata y logró hacerle daño. Acto seguido le dio uno más y le derrotó, pero le empezó a doler la pierna.

Sherlyn: ¿Estás bien?

Sergio: No, me duele un poco la pierna.

De repente aparecieron cuatro piratas rodeándoles.

Sergio: Genial, lo que faltaba.

Sherlyn: Estamos acabados.

???: ¡Vosotros! ¿Por qué no os metéis con alguien de vuestro tamaño?

Los piratas fueron a por la persona extraña, pero sacó dos espadas y les derrotó.

Sergio: Guau.

???: ¿Estás bien, chico?

Sergio: No mucho, uno de ellos me ha dado en la pierna.

???: No te preocupes, ven conmigo a mi barco que te lo curo.

Sergio y la persona extraña fueron por la derecha al otro lado de la costa del Océano Zora, donde había un barco.

Sergio: Increíble, jamás había visto un barco.

Ambos subieron y la persona extraña le curó la herida a Sergio.

???: El corte ha sido limpio. Seguramente mañana estarás como nuevo.

Sergio: Gracias. Por cierto, ¿cómo te llamas?

???: Me llamo Teodora, pero puedes llamarme Dora. ¿Y tú?

Sergio: Yo soy Sergio, y ella es mi hada Sherlyn.

Teodora: Encantada de conoceros. Dime chico, ¿por qué estáis en este sitio?

Sergio: ¿Que por qué estamos aquí? Pues verás...

Sherlyn: Nos hemos enterado de que en esta zona hay una cueva donde se esconde un tesoro. ¿Y tú?

Teodora: Por lo mismo que vosotros.

Sergio: Es curioso, pero no te hemos visto por el día.

Teodora: Si, es que yo sólo salgo de noche porque a esas horas no hay nadie. Aunque hace poco vi a alguien.

Sherlyn: ¿A quién?

Teodora: No lo sé, no pude verle la cara. Lo único que sé es que tenía un hada gris y entró a la herrería.

Sergio: Tal y como pensaba parece ser que ha estado aquí. ¿Tú que opinas, Sherlyn?

Sherlyn: Estoy de acuerdo contigo. Sería muy raro que no se tratase de él.

Teodora: ¿Qué pasa? ¿Le conocéis?

Sergio: Sí. De hecho, hace casi una semana que luché contra él. Es un tipo con muy malas intenciones.

Sherlyn: Desde aquella lucha no hemos vuelto a saber de él... hasta ahora mismo.

Teodora: ¿Pero es fuerte?

Sherlyn: Ya te digo. Con decirte que logró hechizar a una amiga mía y a más gente...

Sergio: Deberíamos estar alerta, podría estar en cualquier parte.

Sherlyn: Cambiando de tema, ¿cuándo salimos a por el tesoro?

Teodora: Saldremos mañana, mi ayudante está muy ocupado y no me puede acompañar hoy.

Sergio: ¿Tienes un ayudante?

Teodora: Si, mañana lo veréis. Descansad, mañana será una noche muy dura.

Sergio: Vale, hasta mañana.

Al día siguiente...

Teodora: Tenéis tiempo de hacer lo que queráis hasta esta noche. Quedaremos en el barco.

Sergio: De acuerdo, hasta luego.

Continuará...

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